Jueves de Curiosidades II
¿Sois de crear mundos nuevos o de modificar los que existen?
Tengo que confesar que a mí cuanto más extraño el mundo más me gusta la historia (ya sabéis lo que me gustó Pakminyó y sus edificios carnosos), así que cuando escribía Gathelic me salía darle la vuelta a la cosas de manera casi inconsciente. Así llegué a la luna roja de Gathelic.
La imagen de una luna rojiza que iluminase toda la ciudad se me quedó tan grabada que ya no me pude despegar de ella. La luna que brilla sobre Gathelic es un asteroide de color rojo que brilla con más intensidad que nunca desde hace unos años. (Aclaración: Sí, estamos hablando de fantasía, así que no tengo una explicación técnica para vosotros, sino que es un elemento mágico que se desarrollará en la historia)
Tras la luna rojiza llegó el sol azulado, porque ya que me ponía en modo constructora de mundos había que pintarlo todo. Pero no solo es una cuestión astronómica ni estética, pues pronto se convirtió en una línea adicional de la trama, y es que, si hay una estupenda luna rojiza que brilla cada noche en el firmamento, ¿cómo no iba a haber un grupo lunático que la venere?
De los lunáticos no os quiero espoilear mucho, pero tengo que confesar que esas escenas han sido de mis favoritas de escribir de toda la novela. (Al personaje de Taras igual no le hacen tanta gracia, ya veréis 😋)
Y así es como de una imagen surge un firmamento y hasta una religión. Supongo que en mi caso comenzó modificando el mundo conocido y acabó convirtiéndose en un mundo nuevo 🙂